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ACCIÓN DEL CUELLO DE ORDAL
Intentaremos una aproximación a lo
que sucedió en Ordal a partir del día
12 de septiembre de 1813.
El Ordal pertenece al
actual municipio de Subirats, a tres
leguas de Villafranca. El general
Suchet al mando de una fuerza
compuesta por unos 30.000 hombres,
buscaba mantener las comunicaciones
con Lleida y por eso decidió instalar
su Cuartel General en Molins del Rey
en espera de futuras acciones
militares.
En la noche del 12 al 13
de septiembre, Suchet se dirige al
Ordal, donde esperaba encontrar
acampadas las tropas del británico
general Frederic Adam, que a su vez
constituía la vanguardia del ejército
que mandaba el general Lord Bentink.
La División de Adán estaba formada por
unos 1.200 hombres
de las más diversas
procedencias: alemanes, calabreses,
ingleses y suizos , un Escuadrón de
Caballería y un tren montado de
Artillería. Desde el día anterior
contaba asimismo con tres Batallones
de Sarsfield, un Batallón español,
con dos piezas de artillería de 8".
Todos ellos parecen ser se
situaron en las alturas | alturas del
Puerto del Ordal, presentando un
amplio
frente a lo largo de todos
los accidentes del terreno y apoyados
además en unas defensas rapidamente
construidas en algunos puntos
considerados como vitales en el
ofensivo. El lugar estaba bien elegido, ya que parece (nosotros
desconocemos la orografía real del
lugar) constituía un punto de fácil
defensa, siempre que pudiera
mantenerse la comunicación expedita
con el resto de los Cuerpos que
componían el ejército anglo-español.
Esta consideración era básica, sin
embargo parece ser fue ignorada por el
general en jefe.
Días antes el general
Bentink, desde su Cuartel General en
Villafranca, cometió el error de
disgregar su ejército, disminuyéndolo
vitalmente al enviar el Tercer
Ejército río Ebro arriba, para
participar en el bloqueo de Tortosa
poniendo en peligro hasta su propia
Cuartel.
El camino de San Sadurní
representaba el mayor peligro. Si al
enemigo se le ocurriera dar un rodeo,
podría atacar la retaguardia de las
fuerzas que esperaban apostadas en el
Ordal e incluso proseguir hacia
Villafranca. Las tropas de Adam se
encontraban desplegadas de la
siguiente manera: a la derecha (en
dirección a Villafranca), los
ingleses, a continuación ocupando
las ruinas que había en márgen del
camino, los alemanes y los suizos con
sus piezas de artillería enfilando la
carretera, los calabreses en el
centro y los españoles a la izquierda
y atrás en reserva la Caballería.
Vivaquear tranquilamente,
cuando sobre la clara media noche del
12, los franceses consiguen
sorprender las descuidadas tropas que
se ven arrastradas a su rápido y
ataque bien calculado. Superados con
facilidad los puestos avanzados, los
franceses desbaratan las defensas
donde se situaran con tantas
esperanzas ofensivas, aquellas piezas
servidas por los alemanes y suizos.
Sólo resisten los componentes del 27 º
Regimiento británico y calabreses y
españoles, que se enfrentan al 7 º
Regimiento galo por el frente y por el
ala derecha los furibundos ataques del
44 º Regimiento francés. Por dos
veces rechazaron los ataques, incluso
que al caer herido en
la cabeza Adam,
los ingleses se retiran y quedan sólo
los calabreses y españoles al mando
del coronel José de Torres, del
Regimiento de Voluntarios de Aragón,
Tiradores, Pomos de Cádiz y diversas
Compañías de Granaderos de Ultonia al
mando del capitán Rafael Larruda.
Los franceses al mando del
general Mesclop, de la División
Harispe, atacaron por dos veces la
posición, y otras tantas fueron
rechazados. Este tiempo sirvió para
que se incorporaran a los hombres de
Tiradores de Cádiz y otras dos
Compañias de Calabria, que
deslizándose por las veredas, bajaron
valientemente a reforzar sus
compañeros. La inesperada resistencia
opuesta por aquellos bravos soldados,
obligó a los franceses a enviar nuevas
columnas formadas por la Reserva de su
División, al mando del general Delort que atacaran y flanquean ese núcleo
de resistencia que tantos retrasos le
estaba ocasionando en el desenlace
final de una operación que había
comenzado tan favorablemente para los
franceses .
El coronel del Regimiento
de Cádiz, Antonio Bray obtuvo la Cruz
laureada de San Fernando. Entre los
jefes británicos destacó el comandante
Bugeaud, al frente de su Batallón.
Al tiempo envía por la izquierda del
camino de la División Habert, para
dar el último y decisivo ataque
general. Si diéramos una panorámica de
lo que sucedía en el Ordal, veríamos
unos 3.000 hombres del ejército
hispano-británico, enfrentándose a
unos 9.000 o 10.000 franceses.
Mientras un poco más
alejado ya, el general Decaen se
dirige a Martorell, para organizarse
y atacar Sant Sadurní y Villafranca.
El general Lord Bentink no
participó en nada, sus tropas
continuaban inermes en Vilafranca, (a
pesar de que le había garantizado a
Adam que no habría ataques en los
próximos días) y lógicamente les
llegaría el ataque por sorpresa,
tanto como lo había estado para los
que se encontraban en el Ordal .
Habíamos dejado a los
bravos que aún resistían en el Ordal,
pero los continuos ataques y la
desazón de ver que no los envían
refuerzos, motivó que al cabo de más
de una hora de ataques reiterados,
también ellos terminaran buscando su
salvación y comenzaron a retroceder,
unos en Vilafranca y otros hacia Sant
Sadurní. Parece ser que el general
británico Bentink cuando rinde partes
en Wellington, dijo: " El único
consuelo que puedo ofrecer, es el
valor de ingleses y españoles, de la
solidez y valentía de los últimos.
Todo oficial británico de los
presentes habla en términos de la
mayor admiración". Las bajas de la
acción del Ordal fueron: " 28 muertos, 78 heridos y 38 contusos, entre los
británicos. 87 muertos, 239 heridos
retirados del campo de batalla, y 132
que quedaron en él ".
Vencido el foco de
resistencia aliado, los franceses
prosiguen en su victoriosa marcha
hacia Villafranca. La heroica
del general
Manso no participó directamente en la
lucha contra las tropas de Suchet en
el Ordal; lo había hecho la víspera,
cuando tomó prisionero un batallón
italiano que estaba acantonado en San
Sadurní el día 9, cuando sorprendió
a Pallejá el 7 º Regimiento francés y
le infirió una derrota muy seria, ya
que en su enfrentamiento aquellos
perdieron los efectivos del 2 º
batallón de Húsares y otro batallón
italiano completo.
La batalla del Ordal fue la ultima
victoria del ejercito napoleonico en
la peninsula. |