La historia de Cataluña           
   

     
 

 

Península ibérica estaba formada por tribus y es la entrada de los romanos los que denominaron Hispania, Los romanos fueron los que estructuraron básicamente el territorio, dividiéndolo primero en dos zonas:

Llamadas Hispania Citerior (que sería desde el pirineo lo que hoy en día es la Comunidad catalana, la valenciana y la murciana más o menos) y la Hispania Ulterior (que sería más o menos todo lo que es Andalucía.

 

 

Todo esto sucedía en el 190 a.C.

Después los romanos sobre el año 10 a.C. crea una nueva partición y las denominan: Tarraconesis, Betica y Lusitania, como vemos en el mapa.

En el 400 d.C. Constantino II se autoproclama emperador en la Galia; venciendo a los teodosianos, su hijo Constante II y el general Geroncio ocupan Hispania, pero éste se rebela y nombra emperador a Máximo, quien ofrece a alanos, vándalos y suevos la península a cambio de su ayuda militar.

En el año 710 Los árabes penetran por la bahía de Algeciras, tal vez apoyados por Oppas o Don Julián; Rodrigo muere en la batalla de Guadalete contra las tropas de Táriq ibn Ziyad. Los árabes conquistan toda la península, que se convierte en un Valiato o Califato de Omeya de Damasco. De nuevo el mapa vuelve a cambiar y se configura como se ve en la imagen:

  

Tras la conquista musulmana de la península ibérica, los carolingios intervinieron en el noreste peninsular a fines del siglo VIII, con el apoyo de la población autóctona de las montañas. La dominación franca se hizo efectiva entonces al sur de los pirineos, creando la Maca Hispánica: iba de Pamplona hasta Barcelona.

 

De todos ellos, los que alcanzaron mayor protagonismo fueron:

Pamplona Durante el último tercio del siglo VIII, Carlomagno, el rey de los francos, llevó a cabo expediciones en el territorio sur pirenaico para crear una marca fronteriza meridional (la posteriormente denominada Marca Hispánica) en el territorio entre los Pirineos y el Ebro que contrarrestara al emirato de Córdoba. Tras el fracaso inicial de tales intentos de expansión, se logró a principios del siglo IX la creación en la parte occidental de los Pirineos de un condado que subsistiría unos diez años. A partir de entonces, de nuevo bajo el control de las autoridades cordobesas (ya con la denominación de emirato de Córdoba), se organizó hacia 824 el reino de Pamplona bajo la dirección de Íñigo Arista, su primer rey, y con el apoyo de sus aliados muladíes de los Banu Qasi, señores de Tudela, y del obispado de Pamplona.

En el siglo X el reino de Pamplona rompió con Córdoba e inició su expansión tanto militar como diplomática con alianzas selladas con matrimonios de los monarcas y nobles. De esta forma tenía lazos familiares muy próximos con el vecino reino de León. La dinastía Arista-Íñiga, fundadora del Estado, terminó con Fortún Garcés (870-905) quien, según la tradición, abdicó y se retiró al monasterio de Leyre. Fue sustituida por la dinastía Jimena, que comenzó con Sancho Garcés I de Pamplona (905-925) y cuyo reino se denomina tanto reino de Pamplona como reino de Navarra.6 Sancho Garcés I y su hijo, García Sánchez I, desarrollaron una labor de repoblación y favorecimiento de las nuevas tierras y de los monasterios allí existentes. Sancho Garcés II y García Sánchez II el Temblón se vieron obligados a capitular ante Almanzor y a pagar tributos al califato de Córdoba.

Con Sancho III el Mayor (1004-1035) el reino de Pamplona alcanza su mayor extensión territorial abarcando casi todo el tercio norte peninsular. Antes de morir (1035) dividió sus territorios entre sus hijos: su primogénito, García Sánchez III, reinó en Pamplona y heredó algunas tierras en Aragón y Castilla; Fernando I de Castilla obtuvo gran parte del condado de Castilla; Ramiro I de Aragón recibió tierras en Aragón y Navarra; y Gonzalo en Sobrarbe y otros puntos distantes de Aragón. De este reparto surge la nueva estructura política del siglo XII con los reinos de Navarra, Aragón y Castilla.

El reino de Pamplona estuvo incorporado entre 1076 y 1134 a los territorios aragoneses. Se segregó en el reinado de García Ramírez y en el de Sancho VI de Navarra (1150-1194) pasó a llamarse reino de Navarra.

 

 Aragón, en el 809 Se crea el Condado de Aragón y los otros condados de la Marca Hispánica por el interés manifiesto de la dinastía carolingia de proteger su frontera meridional de los posibles ataques musulmanes.1

Aunque en un principio estuvo bajo la tutela de los reyes francos, conforme iba extendiéndose por la cuenca alta del río Gállego se desprendía del amparo carolingio y se acercaba al núcleo de gobernantes de Pamplona.

Al interrumpirse la línea sucesoria masculina de los condes de Aragón y haber casado a la heredera del condado, Andregoto Galíndez, con el rey de Pamplona García Sánchez I, hace que el hijo de ambos, Sancho Garcés II lleve los títulos de rey de Pamplona y conde de Aragón desde el 925.

Estos títulos irán unidos hasta el año 1035 en que el testamento de Sancho el Mayor, divide estas tierras entre sus hijos y aunque Ramiro I de Aragón hereda con título de conde supeditado a su hermanastro el rey García Sánchez III de Pamplona. Ramiro acabó conquistando a su hermanastro Gonzalo los condados de Ribagorza y Sobrarbe, y posteriormente, actuó con independencia del vasallaje de iure que debía al rey pamplonés, actuando desde ese momento como rey en Aragón. Su hijo Sancho Ramírez firmó como «hijo de rey» y la historiografía posterior consideró a Ramiro como primer rey de Aragón con el nombre de Ramiro I de Aragón e iniciador de su dinastía, llamada Ramírez o Aragón.

los condados que posteriormente formarían el Reino de Aragón (Aragón, Sobrarbe y Ribagorza, de occidente a oriente)

Sobrarbe, El origen el condado de Sobrarbe, históricamente conocido como Reino de Sobrarbe, Según una leyenda, Garci Ximénez, un noble vascón establecido entre el Cinca y el Gállego, se rebeló en el año 724 contra el poder musulmán

Ribagorza y Pallars, Dentro de la conquista franca al sur del Pirineo dirigida por Carlomagno, Guillermo I de Tolosa llevó a cabo personalmente la ocupación del Pallars y la Ribagorza, pasando a ser El Condado de Ribagorza, perteneciente al Condado de Tolosa. En el 872 Independiza la Ribagorza del condado de Tolosa (872) tras el asesinato de Bernardo II conde de Tolosa es el detonante para romper lazos con el condado tolosano. 

Urgel, importante sede episcopal y condado con dinastía, Los orígenes del condado de Urgel se encuentran en la conquista, por parte de los francos. Su conquista se produjo entre los años 785 y 790. A partir de la muerte del rey Luis el Tartamudo (879), el poder de los reyes francos se debilito hasta desaparecer, los condes dejaron de ser unos funcionarios nombrados por el rey, y consiguieron convertir sus cargos en hereditarios

Cerdaña, tras la conquista del territorio por los francos a los musulmanes, paso a ser el condado de Cerdaña, fue gobernado por Borrell de Osona, que también era conde de Urgel (798?-812), que estaba bajo la autoridad de los condes de Tolosa. En 870, Carlos el Calvo concedió los condados de Urgel y Cerdaña a Wifredo el Velloso, seguramente hijo de Sunifredo de Urgel-Cerdaña; ocho años después, en 878, Wilfredo el Velloso recibió de Luis el Tartamudo las investiduras de los condados de Barcelona y Gerona.

Berga, En un principio, el pagus de Berga formaba parte del condado de Cerdaña, A principios del siglo X, los condes de Cerdaña organizaron el pagus de Berga como condado, nombrando un vizconde en el 905. En 1035, el condado de Berga ya tenía una "marca" (frontera) con los árabes.

Osona (latín Ausonae), fue constituido hacia el 798, sobre la base del antiguo obispado de Osona, su capital era Vich (Vicus). El primer conde fue Borrell de Osona,1 quien murió antes del 820, quizá hacia el 813, y el condado pasó a Barcelona.

condado de Barcelona, La dominación franca se hizo efectiva tras la conquista a los musulmanes en el año 801 la ciudad de Barcelona fue conquistada por el Rey de Aquitania Luis el Piadoso (o Ludovico Pío) y es incorporada al reino franco, estableciéndose en ella el Condado de Barcelona, con dependencia del rey franco. El conde Wifredo el Velloso (840-897), hijo de Sunifredo y último conde nombrado por los reyes francos, representó esta orientación. Consiguió reunir bajo su mando una serie de condados y transmitirlos en herencia a sus hijos. Aunque Wifredo, muerto a manos de los musulmanes, dividió sus condados entre sus hijos, el núcleo formado por los condados de Barcelona, Gerona y Osona se mantuvo

 

Gerona. Los orígenes del condado de Gerona se encuentran en la reorganización del territorio que se llevó a cabo después de que, en el año 785, la ciudad de Gerona se revelara contra el dominio árabe y se entregase a los francos; entonces, fue nombrado conde de Gerona un noble de nombre Rostan. El año 870, Carlos el Calvo invistió conde de Gerona a Bernardo de Gothia, también conde de Barcelona, Rosellón y Narbona. Destituyó a Bernardo de Gothia por su revuelta, en 878. Luis el Tartamudo concedió el condado de Gerona a Wifredo el Velloso. Desde entonces, el condado de Gerona estuvo siempre unido al de Barcelona.

 

Besalú, el condado de Besalú fue un pagus (territorio con un gobierno descentralizado) del condado de Gerona. En una fecha desconocida, Wifredo el Velloso, conde de Gerona (878-897) separó el pagus de Besalú del condado de Gerona y encomendó su gobierno a su hermano Radulf a quien nombró conde de Besalú a condición de que a su muerte el condado pasaría a los descendientes de Wilfredo.

Ampurias, apareció como resultado de las conquistas del Imperio carolingio en el nordeste de la península ibérica.  Conquistadas las regiones de Gerona en el año 785, los pagus o distritos de Perelada y Ampurias quedaron inicialmente bajo la autoridad del conde de Gerona. Las primeras noticias de la existencia de un Condado de Ampurias, que incluía también el pagus de Perelada datan del año 812 u 813 y mencionan a un primer conde llamado Ermenguer. La creación del Condado de Ampurias se debió probablemente a una reorganización administrativa, una vez que la región se hubiera estabilizado tras la conquista carolingia.

 

Perelada, Se originó el pagus de Perelada en época de los romanos; en la Edad Media el condado de Perelada. Tras la reconquista por los francos en 785 a los musulmanes se convierte en condado del Imperio Carolingio en el año 843. Quedando bajo el domino del condado de Ampurias.

 

 

Rosellón, tras la conquista a los musulmanes en el 760 el rey Pipino el Breve lo anexiona al reino de los francos después de haber conquistado Narbona.  En 832, el condado del Rosellón quedó incluido dentro de los dominios del conde Berenguer de Tolosa. Como recompensa por su participación en la represión de la revuelta de Bernardo de Gothia, el conde Miró el Viejo, de Conflent, hermano de Wifredo el Velloso, fue nombrado conde del Rosellón por el rey Luis el Tartamudo en 878.

 

 

Vallespir El vizcondado de Vallespir Se titulaba así al señor de Cameles, Ansemundo, de cuya existencia existen documentos ya en 941. De su matrimonio con Quixol tuvo un hijo, Santy Sentill, que en 990 o quizá algo después se construyó un castillo en Cameles en el solar del castillo ya existente. Por ello se le llama Castell Nou (en castellano: Castillo Nuevo). Sentill se casó con Adelaida Gardoll. Le sucedió su hijo Guillem I hacia el año 1000. Guillermo I murió en 1028. Fue el último noble que tomó el título de vizconde de Vallespir. Los vizcondes van a pasar a ejercer como señores feudales y con este cambio tomarán el nombre de su castillo principal. En 1020, en el testamento de Bernardo I de Besalú, se menciona a Guillermo como vizconde de Castellnou.

 

Conflent fue un pagus dependiente de la ciudad de Ruscino. A raíz de la cristianización de la comarca, iniciada en el siglo IV, el Conflent pasó a formar parte del episcopado de Elna como arcedianato. perteneciente al conde Bera, que también lo era de Barcelona, entre los años 801 y 820. en el 870 el rey Carlos el Calvo concedió el Conflent al conde Miró el Viejo. De esta forma, el Conflent quedó separado de los condados de Urgel y Cerdaña, que el mismo año 870, el rey Carlos el Calvo había concedido a Wifredo el Velloso, hermano de Miró el Viejo.

 

Los gobernantes del Condado de Barcelona que fue el más importante y que con el tiempo los aglutinaría a todos los condados independientes.

 

Casa

Conde de Barcelona

Nombre

Nacido

Muerto

desde

hasta

 

801

820

Bera

770

    844

 

820

826

Rampón

 

825

 

826

832

Bernardo de Septimania

795

844

 

832

835

Berenguer de Tolosa

790

835

 

835

844

Bernardo de Septimania

795

844

 

844

848

Sunifredo I

805

850

 

848

850

Guillermo de Septimania

826

850

 

850

852

Alerán e Isembard

800 - 820

852 - 852

 

852

858

Odalrico

 

859

 

858

864

Hunifredo

 

864

 

865

878

Bernardo de Gothia

 

879

 

878

897

Wifredo I

840

897

 

 

 

Condes Carolingios Hereditarios

 

 

897

911

Wifredo II

874

911

 

911

947

Suniario I

890

950

 

 

 

Condes Independientes

 

 

 

947

992

Borrell II

947

993

 

947

966

Miró

935

966

 

992

1018

Ramón Borrell

972

1017

 

1018

1035

Berenguer Ramón I

1005

1035

 

1035

1076

Ramón Berenguer I

1023

1076

 

1076

1082

Ramón Berenguer II

1053

1082

 

1076

1097

Berenguer Ramón II

1023

1076

 

1082

1131

Ramón Berenguer III

1082

1131

 

1131

1162

Ramón Berenguer IV

1114

1162

 

En 1150 se formaliza la boda que el rey Ramiro II pacto con los condes de Barcelona y Petronila I de Aragón se une en matrimonio a Ramón Berenguer IV, pasando los condados catalanes a la corona de Aragón.

El origen y organización de las constituciones catalanas[editar]

En el año 1060, el conde de Barcelona, Ramón Berenguer I, y su esposa Almodis establecen las observancias de Barcelona. Su propósito principal era establecer la paz pública mediante el apoyo en bases legislativas. Aplican la Paz y Tregua. Recordemos que la Tregua de Dios se estableció en Toulouges en 1027 (Toulouges está a 10 km de Perpiñán). Estas observancias solo eran del condado de Barcelona, no de Cataluña.

En 1214, en Lérida, Jaime I, el heredero de la Corona de Aragón, es huérfano (madre y padre) y tiene sólo seis años. Por primera vez, se invita a diez ciudadanos de cada una de las principales ciudades a una reunión de los nobles y el clero. Entonces se decide que, en el futuro, una reunión de este tipo se convocará periódicamente para discutir el futuro de la corona.

Es en 1283, con Pedro III tuvo lugar la proclamación oficial de Cortes, es decir, la Asamblea de Diputados.

Las Cortes se componían de tres Brazos (clases) de la sociedad: el eclesiástico, la nobleza y el brazo real que incluye burgueses de las ciudades reales: Barcelona, Lérida, Gerona, Tortosa, Perpiñán, Salses, Argeles, Cotlliure, Tuir Prats, etc. Cada brazo elige a sus miembros de forma independiente y son miembros el tiempo que dure la sesión de la Cortes.

Una vez que los funcionarios reales tienen la lista, se convocaba a los miembros por escrito. La asistencia era obligatoria, si no puede ir debe enviar un sustituto o proporcionar una explicación por escrito. El Rey asiste en persona, de lo contrario, está representada por la Reina o su hijo. Las Cortes se llevan a cabo cada tres años en una ciudad diferente, normalmente se encontraban en una gran iglesia con capacidad para 100, 200 o incluso 300 miembros durante varias semanas.

En la primera reunión después de la misa general, el rey pronunciaba un discurso llamado «proposici», donde analizaba la situación política, con planes para un buen gobierno, al final, el rey establecía el objetivo y pedía la aplicación (además del impuesto convencional) y la contribución financiera voluntaria adicional. A continuación, el representante del brazo Eclesiástico respondía en nombre de la reunión, seguido de unas palabras de un noble y un burgués, después el rey salía de la reunión y esperaba en una residencia cercana a las conclusiones.

Los grupos de trabajo se formaban «en torno a una mesa». Cada grupo tenía el mismo número de clérigos, nobles y burgueses. Si el motivo era importante que podía llegar a tener cinco clérigos, cinco nobles y cinco burgueses. Obviamente, cada Brazo (cada clase), quería resolver el problema a su favor. Las discusiones cobraban vida. Sin embargo, hay un oyente que tiene al rey informado de los debates. Al final, el grupo de trabajo llega a un acuerdo después de muchas concesiones mutuas. El grupo elabora un proyecto de ley. Cuando el proyecto está finalizado. Todos los miembros se reúnen en sesión plenaria. Después de otra lectura general, se tiene que aprobar el proyecto de ley por una mayoría. De lo contrario, se deja a un lado para ser estudiado en otra sesión. Entonces el rey se compromete a cumplir y hacer cumplir esta ley. Todas las leyes se registran en el libro "Usatges, Constitucions de Catalunya".

Durante toda la Edad Media los condados que hoy vendrían a ser “Cataluña” era solo una “Marca Hispánica” tributaria de los Reyes Carolingios. Hasta que hubo desavenencias y el señor Rey de Francia y el Rey de Aragón, de las Mallorcas y de Valencia, Conde de Barcelona y Urgel, señor de Montpellier; por lo que el señor rey de Francia dice que los condados de Barcelona, Besalú, Urgel, etc.… son feudos suyos; y el señor rey de Aragón dice que tiene derechos en Carcasona, Tolosa, Narbona, etc.…”.

Entonces se celebra el Tratado de Corbeil, y siguiendo los consejos de alguno “hombres buenos”, el rey francés Luis IX cede a Jaime I de Aragón los condados de la parte sur de los pirineos y Jaime I le cede a Luis IX los condados de la parte norte de los pirineos. Esa es la síntesis de lo firmado en el documento cuya importancia radica en que se firmó 29 año después de la reconquista de Mallorca y 20 años después de la del Reino de Valencia.

Los 7 restantes condados (Besalú, Vallespir, Peralada, Ausona, Ampurias, Urgel y Cerdanya) mantuvieron su independencia hasta 1521, cuando el Rey de España Carlos I nombró Virrey de Cataluña al arzobispo de Tarragona, don Pedro Folch de Cardona. Por lo tanto, Cataluña no existió como región hasta esa fecha y, por lo tanto, no pudo actuar nunca antes como entidad histórica unificada.

Más aún, el Reino de Aragón estaba integrado por los territorios que hoy lo forman, más todo lo que es la actual provincia de Lérida, más una franja grande del río Ebro hasta el mar, que incluía a Tortosa como ciudad costera. Por lo tanto, podríamos decir que las ciudades importantes del Reino de Aragón eran Jaca (la primera capital que tuvo cuando aún era Condado), Huesca, Lérida, Zaragoza, Tortosa y Teruel. Todo eso era el territorio auténtico del reino cuya corona tenía don Jaime “el Conquistador”.

En 1469 se casa Isabel I de Castilla, soberana de la Corona de Castilla (1479-1504) y Fernando II de Aragón el soberano de la Corona de Aragón (1479-1516).  La historiografía española considera el reinado de los Reyes Católicos como la transición de la Edad Media a la Edad Moderna. Con su enlace matrimonial se unieron provisionalmente, en la dinastía de los Trastámara, dos coronas: la Corona de Castilla y la Corona de Aragón dando nacimiento a la Monarquía Hispánica y, apoyados por las ciudades y la pequeña nobleza, establecieron una monarquía fuerte frente a las apetencias de poder de eclesiásticos y nobles. Después vino la conquista del Reino nazarí de Granada, y lo que forma Hispania es todo al sur de los pirineos, menos Portugal y el reino de navarra.

El reino de Navarra, tuvo sus instituciones independientes aun perteneciente primero a España y luego a Francia, hasta 1841,

En 1516 Fernando II de Aragón, redactaba su último testamento. En él, lo nombraba gobernador y administrador de los Reinos de Castilla y de León y Aragón, y el Reino de Navarra inclusive. en nombre de la reina Juana I, incapacitada por su enfermedad.

Pasa a tener los títulos:

Carlos I emperador del Sacro Imperio Romano Germánico

Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarbes, de Algezira, de Gibraltar, de las Islas de Canaria, de las Indias islas y tierra firme del Mar Océano,

Condes de Barcelona,

Señores de Vizcaya e de Molina,

Duques de Atenas e de Neopatria,

Condes de Rosellón e de Cerdeña,

Marqués de Oristan e de Gorciano,

Archiduques de Austria,

Duques de Borgoña de Bravante.

y con el nombre de Carlos V de Alemania.

 

A pesar de la vinculación del condado a la monarquía hispánica, el derecho propio del condado de Barcelona se mantuvo vigente hasta que fue abolido en 1714 con los Decretos de Nueva Planta, tras la guerra de Sucesión española. Desde entonces el condado deja de ser una entidad política y jurídica diferenciada y el espacio político de la actual Cataluña solo volvería a definirse como tal mediante la constitución de la Mancomunidad de Cataluña (1914-1925)

El 14 de abril de 1931, el mismo día en que se proclamaba la República en Madrid, Francesc Macià proclamaba desde el balcón de la antigua Generalidad de Cataluña la República Catalana dentro de una federación de pueblos ibéricos. El hecho motivó preocupación fuera de los círculos nacionalistas, siendo solucionado con la restauración de la Generalidad de Cataluña. La posterior aprobación de la Constitución republicana que, tras enconados debates reconoció la posibilidad de autonomía regional, permitió la aprobación del Estatuto de Autonomía de Cataluña de 1932. Los diputados catalanes elaboraron un Estatuto aprobado en referéndum el 2 de agosto de 1931 y modificado y aprobado en las Cortes Españolas el 12 de septiembre de 1932.

El franquismo (1939-1975) supuso en Cataluña, como en el resto de España, la anulación de las libertades democráticas, la prohibición y persecución de los partidos políticos (salvo Falange), la clausura de la prensa no adscrita a la dictadura militar y la eliminación de las entidades de izquierdas. Además, se suprimieron el Estatuto de Autonomía y las instituciones de él derivadas, y se persiguió con sistematicidad la lengua y la cultura catalanas.

Tras las primeras elecciones generales, en 1977, se restauró provisionalmente la Generalitat, gracias al impulso de la sociedad civil catalana (representada por la masiva manifestación que tuvo lugar en Barcelona el 11 de septiembre de ese año). Josep Tarradellas, que había preservado la legalidad del autogobierno catalán como presidente en el exilio, tras declarar su adhesión al rey y al proceso de reforma política. Tarradellas constituyó un gobierno autónomo provisional compuesto por representantes de las fuerzas más relevantes en aquel momento.

En 1979, se aprobó finalmente un nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña, desde entonces y hasta nuestros días Cataluña se vuelve negra y sombría.

Esta es la historia de cómo pasamos de ser un Condado de Francia a una Cataluña autonómica dentro de España.