El
topónimo Bea (al igual que Beas) procede,
según señala Mogrobejo, de la voz vasca -bea-,
“juncal”.
Origen:
el apellido
originario se escrive Vea, pero tambien se
puede escribir Bea, los dos tienen el mismo
origen. Los blasones estan puestos por las
investigaciones en contradas como Vea o Bea.
No se sabe cual de los blasones fue primero,
pero lo que si se sabe es que fue
el origen en el pais vasco
Tuvo
casas este apellido en Amurrio, Zuya y
Oquendo, en Álava, y en Fitero, Cascante y
Cintruénigo, del partido judicial de Tudela,
en Navarra. Otra casa hubo en Güeñes
(Vizcaya). En Amurrio aún perdura la memoria
del respetable caballero don Juan Antonio de
B. y Maruri, bienhechor de su pueblo, que
agra-decido, le dedicó una lápida en 1897.
Otro miembro de esta familia de B. fué también
benefactor de Oquendo, y su nombre figura,
entre otros, en el salón de sesiones del
Ayuntamiento. Muchos linajes de este apellido
probaron su nobleza en las Órdenes de
Santiago, Calatrava, Alcántara, Montesa,
(corporaciones nacidas para luchar contra los
moros, cooperando a la Reconquista, y asegurar
el orden, protegiendo a los peregrinos y
desvalidos), Carlos III y San Juan de
Jerusalén (es una orden religiosa militar
fundada en el siglo XI); numerosas veces en
las Reales Chancillería de Valladolid y
Granada, en la Real Compañía de Guardias
Marinas y en la Real Audiencia de Oviedo.
De oro,
con tres flores de lis de azur, puestas en
triángulo, y acompañadas en punta de tres
fajas, vibradas, de gules.
Con Bea
En
sable una corona antigua de oro. Bordura de
plata, con ocho armiños de sable.
Otros: de
zur, una lanza de oro con la punta de plata
acostada de osos de sable
En azur,
una vela de plata, encendida de gules y
acompañada de dos jabalíes de plata, uno a
cada lado.