Apellido patronímico, derivado del nombre
Mateo
Origen:
Mateos,
procedía de la casa de Luna, y dicen que el
primero de ella de quien se tiene noticia se
llamó Fernán Mateo y pasó a la conquista de
Sevilla, donde quedó heredado, siendo uno de
sus primeros Alcaides.
Añaden los
aludidos tratadistas que el citado Fernán tuvo
un hijo que se llamó Juan Mateo de Luna,
valeroso Capitán, nacido en Toledo, donde
poseyó mucha hacienda. También intervino en
las conquistas de Andalucía, y es, sin duda,
el caballero llamado en Sevilla Juan Mate de
Luna, Almirante de Castilla y Camarero Mayor
de don Sancho IV "el Bravo “, que quedó citado
en la anterior información del apellido Mate.
Se encuentra sepultado en la catedral de
Sevilla. Sobre su sepulcro se ven sus armas y
el siguiente epitafio: "Aquí yace don Juan
Maté, almirante Mayor de Castilla y Camarero
Mayor del rey don Sancho, el cual fue muy
bueno en la de Tarifa".
Su hijo,
Fernando Maté de Luna se casó con doña María
Ruiz de Mendoza y de ahí el entronque con este
apellido apellido, según indica Pedro Morote,
se fue corrompiendo y transformándose en
Mateos y después, en Mateo.
En campo
de plata un cabrío de sable.
Algunos
suprimen la bordura y acompañan al creciente
con cuatro bezantes de oro. Estas armas son
propias de los del apellido Mate, que también
se apellidaron Mateo y Mateos.